Platero y yo
Hoy hace cien años de la publicación de la obra del premio Nobel de literatura Juan Ramón Jiménez. Se trata de la tercera obra más traducida en la historia de la literatura después de la Biblia y el Quijote.
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Así comienza la descripción sencilla y bella de la vida y muerte del burro Platero, o de la infancia en Moguer de su autor.
El lector identifica enseguida al burro descrito con unas imágenes literarias tan potentes que podríamos tocar el cuerpo gris, pequeño, peludo y suave del burro de ojos negros, duros y pequeños como dos escarabajos de azabache y la barba negra y frondosa de su amigo, el poeta.
El autor relata esta amistad de una forma sencilla pero con un sentimiento profundo y claro.
Tal vez sea un buen momento para reconciliarse con la lírica, ese estilo literario que a veces la prisa y la necesidad de leer historias en las que "pasen cosas", nos hacen olvidar. Tal vez sea un buen momento para conocer a Platero o volver a encontrarnos con él.
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